Hoy en día con toda la #tecnología que hay probablemente quieras hacer #shopping #online, ya sea por que en tu país no vendan ciertas marcas o porque es económico. Si ya lo has hecho antes o estés “estrenándote” en este campo, aquí tenemos 8 #tips para poder sacar todo el provecho a las ventas en línea.
Estas son nuestras recomendaciones:
No des mas datos de los necesarios
Desde que te registres a una página y hasta que realices una compra, debes recordar que no toda tu información es necesaria para la compra.
Cuando quieres realizar tu compra, por lo regular las tiendas te piden nombre con apellido, número de tarjeta de crédito o débito más el código de seguridad y fecha de expiración del plástico, etc, si una página solicita más información es mejor verificar su validez.
Si no te gusta dar tu número de tarjeta, también es recomendable que compruebes si la compra que vas a hacer se puede pagar por medio de un depósito bancario, transferencia, o pago en una tienda de conveniencia. Esto último es muy versátil y cada vez más comercios lo aplican.
Verifica que los sitios estén certificados
Hay muchas opciones de #tiendas en línea, pero no todas son recomendables. Es posible que algunos sitios “desconocidos” ofrezcan productos que no se podrían conseguir en otro lugar, pero a menos que esa empresa acepte pago por depósito o alguna otra forma que no comprometa tu información, lo mejor es abstenerse de hacer operaciones con ellos.
Para evitar esto, confirma que la página no luzca “mal hecha”, como si la hubieran desarrollado en algunos minutos; también las faltas de ortografía pueden delatar una sitio web falso.
Protege tu computadora
Antes de hacer cualquier compra, lo mejor es tener un servicio de antivirus activo que pueda proteger tu computadora de un ataque. Ya sea que un intruso quiera tener acceso remoto a los datos en tu PC o que se esté monitoreando la información que ingresas al hacer una compra, un antivirus te dejará más tranquilo de que tu conexión no esté siendo utilizada en contra tuya.
Verifica que sea un sitio seguro
Al entrar a un sitio donde se realizan operaciones monetarias, cada empresa debe aplicar protocolos de seguridad para cifrar la conexión y evitar que los datos sean hurtados por un atacante.
Para saber que se está navegando por un sitio seguro, el primer indicio es que la dirección o URL (que se encuentra en la barra superior del navegador web) lleva el prefijo “https://” en vez de sólo “http://”. También se debe buscar un pequeño candado que acompañe la dirección y que garantiza que se está utilizando la encriptación SSL (secure sockets slayer).
Usa contraseñas robustas
Tanto para tu servicio bancario como para todas las cuentas de correo que ingreses en un servicio de compra, lo mejor es que te cerciores de que las contraseñas que usas sean robustas.
Deja atrás el típico “1234”, “contraseña” o “fido”, pues en general, los atacantes que logran burlar una clave insertarán software que irá recorriendo todas las combinaciones más comunes de password, por lo que muy fácilmente se podría obtener un código como los antes mencionados.
Evita utilizar una computadora pública
En caso de que no lo hayas escuchado antes, al utilizar una computadora pública pones en riesgo tu información personal, por lo que si vas a hacer compras, lo más prudente es que no lo hagas desde un equipo prestado o rentado.
Aunque te asegures de cerrar todas tus sesiones abiertas, siempre habrá una forma de tener acceso a la información que ha pasado por una computadora, y lo que menos desearías es que alguien tenga tu número de tarjeta y clave de seguridad, pues podría hacer docenas de compras antes de que te des cuenta
Evalúa y compara las ofertas
Siempre que estés por comprar algo, ten en cuenta que las ofertas por Internet no siempre son las mejores.
De preferencia compara los precios con los de tiendas físicas; evalúa qué ventajas ofrece un sitio (envío gratis, descuentos o similares); averigua ti tu banco tiene algún tipo de oferta para adquisiciones online, etcétera.
Revisa tu estado de cuenta
Finalmente, cuando hayas hecho cualquier compra, lo mejor es estar al pendiente del estado de cuenta del banco en todo momento.
No esperes al final del mes para saber cuál fue el monto aplicado. Lo mejor es que conozcas y utilices el servicio en línea de tu banco donde podrás saber cuáles fueron los cargos del periodo antes de que tu estado de cuenta sea enviado a casa, de esta forma, podrás reclamar a tiempo en caso de que se haya hecho un cobro superior a lo que esperabas o que alguien haya robado tu información y hecho compras no autorizadas.
Comprar en línea no tiene por qué ser malo, sólo es cuestión de que el cliente esté consciente de los riesgos y cuide todos los detalles posibles para evitar que se tome ventaja de su información.
Ustedes que opinan, ¿Han hecho compras en linea?
Desde que te registres a una página y hasta que realices una compra, debes recordar que no toda tu información es necesaria para la compra.
Hay muchas opciones de #tiendas en línea, pero no todas son recomendables. Es posible que algunos sitios “desconocidos” ofrezcan productos que no se podrían conseguir en otro lugar, pero a menos que esa empresa acepte pago por depósito o alguna otra forma que no comprometa tu información, lo mejor es abstenerse de hacer operaciones con ellos.
Para evitar esto, confirma que la página no luzca “mal hecha”, como si la hubieran desarrollado en algunos minutos; también las faltas de ortografía pueden delatar una sitio web falso.
Antes de hacer cualquier compra, lo mejor es tener un servicio de antivirus activo que pueda proteger tu computadora de un ataque. Ya sea que un intruso quiera tener acceso remoto a los datos en tu PC o que se esté monitoreando la información que ingresas al hacer una compra, un antivirus te dejará más tranquilo de que tu conexión no esté siendo utilizada en contra tuya.
Al entrar a un sitio donde se realizan operaciones monetarias, cada empresa debe aplicar protocolos de seguridad para cifrar la conexión y evitar que los datos sean hurtados por un atacante.
Para saber que se está navegando por un sitio seguro, el primer indicio es que la dirección o URL (que se encuentra en la barra superior del navegador web) lleva el prefijo “https://” en vez de sólo “http://”. También se debe buscar un pequeño candado que acompañe la dirección y que garantiza que se está utilizando la encriptación SSL (secure sockets slayer).
Tanto para tu servicio bancario como para todas las cuentas de correo que ingreses en un servicio de compra, lo mejor es que te cerciores de que las contraseñas que usas sean robustas.
Deja atrás el típico “1234”, “contraseña” o “fido”, pues en general, los atacantes que logran burlar una clave insertarán software que irá recorriendo todas las combinaciones más comunes de password, por lo que muy fácilmente se podría obtener un código como los antes mencionados.
En caso de que no lo hayas escuchado antes, al utilizar una computadora pública pones en riesgo tu información personal, por lo que si vas a hacer compras, lo más prudente es que no lo hagas desde un equipo prestado o rentado.
Aunque te asegures de cerrar todas tus sesiones abiertas, siempre habrá una forma de tener acceso a la información que ha pasado por una computadora, y lo que menos desearías es que alguien tenga tu número de tarjeta y clave de seguridad, pues podría hacer docenas de compras antes de que te des cuenta
Siempre que estés por comprar algo, ten en cuenta que las ofertas por Internet no siempre son las mejores.
De preferencia compara los precios con los de tiendas físicas; evalúa qué ventajas ofrece un sitio (envío gratis, descuentos o similares); averigua ti tu banco tiene algún tipo de oferta para adquisiciones online, etcétera.
Finalmente, cuando hayas hecho cualquier compra, lo mejor es estar al pendiente del estado de cuenta del banco en todo momento.
No esperes al final del mes para saber cuál fue el monto aplicado. Lo mejor es que conozcas y utilices el servicio en línea de tu banco donde podrás saber cuáles fueron los cargos del periodo antes de que tu estado de cuenta sea enviado a casa, de esta forma, podrás reclamar a tiempo en caso de que se haya hecho un cobro superior a lo que esperabas o que alguien haya robado tu información y hecho compras no autorizadas.
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